El dilema de creer
Vivimos en épocas donde la información llega a nosotros de una manera vertiginosa.
El volúmen de datos a procesar y digerir circula tan rápido que puede sobrepasarnos fácilmente, situación que nos obliga como individuos a aplicar filtros, decidir y elegir... seleccionar aquello que resulta de nuestro interés y desechar el resto.
En un marco que encuentra a la sociedad argentina debatiendo las formas y el contexto en el cual deben operar los medios de comunicación debemos preguntarnos acerca de ciertas variables y no perderles seguimiento.
¿Cuál es la función social que cumplen los medios de comunicación?
¿Tienen el mismo significado para todos los niveles de la opinión pública?
¿Es objetiva la realidad que percibimos?
Hoy voy a incluir a los medios audiovisuales y a los gráficos también...
En los tiempos que corren se perciben atribuciones y responsabilidades muy distintas a los orígenes de la prensa.
Es posible que los diarios publicados a principios del siglo XIX, en la Revolución de Mayo fueran muy distintos a los actuales. Algunos podrían preguntarme por qué, si en esencia hacen lo mismo: informar.
Las diferencias radican en el contexto. Las tecnologías hicieron su parte y el resto los grandes grupos económicos. Hoy los medios no solo informan, también tienen una función comercial y de competencia para vender. Hay intereses financieros y políticos.
Desde ese momento puede comenzar a cuestionarse la independencia de ideología.
¿Hay subjetividad? ¿Puntos de vista que benefician y perjudican?
No debemos olvidarnos que los medios son los grandes transformadores del pensamiento.
La TV y las redes como Internet son agentes formadores de ideas, y su masividad y capacidad de penetración implican una responsabilidad implícita de parte de quienes informan.
Pensemos un poco en aquel que va a comprar el diario al puesto de la esquina:
Antes de ir a trabajar Don Pedro compra Clarín, y luego Rosa lleva Crónica y Página 12.
Leen la noticia de la tapa y la comentan con sus vecinos.
¿Alguien duda de la veracidad de la noticia que lee?
Probablemente esta gente no vaya personalmente a investigar o entrevistar protagonistas. Simplemente le creen al diario, ¿o si no por qué lo comprarían?
Imaginen a Rosa leyendo el Perfil del Domingo:
"Los K justificaron aportes a la campaña con DNI de muertos"
A simple vista la noticia es gravísima, seguramente afecta la imagen del gobierno y genera un efecto negativo en quien lo lee... pero:
¿cómo puedo saber si es verdad?
La realidad marca que toda la información que yo tengo es la que estoy leyendo.
Yo no lo ví con mis ojos, ni tengo acceso a la causa.
Por defecto tengo que creer en quien lo escribió y en que seguramente lo puso en la tapa por algo.
Es un mensaje que me quieren dar, pero puede que solo sea un punto de vista, una parcialidad.
¿O por qué un gobierno pelearía con un diario o grupo económico?
La idea es que sí existen realidades paralelas.
Algunas se ven en parte, otras solo salen a la luz en ciertas ocasiones... pero están ahí, a la espera de ser buscadas y encontradas, o que alguien las muestre.